Life Updates: Atínale al Tiempo

Este es el Life Updates que debió publicarse la semana pasada, pero debido a mi enorme hueva, no se publicó; antes de entrar bien en el tema, tengo que contarles como empezó todo:

La cosa está así, exactamente a las 4 de la tarde tengo clase de Redes (Taller de lectura y Redacción) con Pocholo (Sí, el de las películas de ficheras), dicha clase es más de español que de otra cosa, porque en lugar de aprender acerca de las redes, nos la pasamos haciendo resumenes, reseñas, cuadros conceptuales y una cantidad enorme de tonterías que ya había hecho durante mis etapas previas de educación.

En la citada clase, tengo una cantidad considerable de compañeros, entre los que puedo contar a "El Buen Meme" y a "Shaoran", pero también tengo como  compañero a un sujeto llamado "René" (Sí, como la rana de los muppets) pero de aquí en adelante lo llamaremos "Rafafá" (Si quieren saber porque, preguntenle a Juan Ramón). Rafafá es un sujeto bastante común, tiene una personalidad común, se viste como una persona común y supongo que todop en su vida es muy común, lo único malo con Rafafá, es su impuntualidad.

Rafafá tiende  llegar después de media clase y sentarse a anotar lo que sea que esté en el pizarrón como si de verdad estuviera entendiendo todo lo que sucede; hace un par de meses, mientras me dirigía a los Laboratorios para pedir prestado un Cañón (No, no de artillería, tarado) y llevar a cabo una exposición de esa materia, me encontré con Rafafá sentado en una banca muy plácidamente, ¿Qué hay de malo con eso? Se preguntarán (Y si no, se aguantan porque sin esa suposición no podría hilar la siguiente idea) bueno, lo malo de esto es que eran las 4:30, osea, estabamos a mitad de la clase y el tipo ni se apuraba; cuando regresamos al salón con el cañón, Rafafá se presentó 10 minutos después (4:40) y de la misma manera se sentó y empezó a anotar lo que pudo.

Con el tiempo, y los constantes retrasos de Rafafá, la gente empezó a burlarse de él cada vez que ponía un pie dentro del salón, pero no lo hacían de manera discreta, eran sendas carcajadas que incluso en varias ocasiones llegaron a contagiar al profesor en turno (Pocholo).

Así pasó el tiempo y Rafafá empezó a notarlo un poco, esto pudimos advertirlo debido a que cada vez que nos reíamos, inmediatamente su mirada se iba a los suelos (Al igual que su autoestima, XD), pero nuestra sed de "humillación" no estaba saciada, queríamos más.

Así que la semana pasada a alguien se le ocurrió que sería una buena idea apostar a la hora de llegada de Rafafá, la apuesta inicial fue de 1 pesito (Es que la crisis está canija), la apuesta estaba limitada a una hora por persona y no podías apostar a que no se presentaba, de esta manera si nadie le atinaba al tiempo, la bolsa se acumulaba para el día siguiente, eramos como una especie de Melate del ITSLP.

El primer día llego mucho antes de las estimaciones de todos, así que la bolsa de 15 miseros pesos se acumuló para el día siguiente. El miercoles, llegaron las 4 de la tarde y se hicieron las apuestas, ahora el monto para participar era de 2 pesos, y la bolsa ascendió a 49 pesos, lamentablemente para todos, Pocholo (Previamente nombrado) no se presentó ese día, por lo que Rafafá se quedó afuera del salón (Las reglas marcaban claramente que Rafafá debía poner un pie dentro del aula para que el ganador se llevara el premio).

Así que llegó el jueves, parecía un buen día para morir, digo, para salir ganador, la gente apostó como nunca ese día, y la bolsa se incrementó a $76 pesos M/N, XD, los nervios estaban de punta y los corazones estaban a punto de estallar, de pronto, Roger (Nunca antes mencionado en este blog) comentó: "Esperen... Puedo sentir su ki", así es, Roger puede sentir el ki de las personas, o ¿De verdad pensaron que todo lo que sucedió en Dragon Ball fue mentira?

Yo aposté a que Rafafá se presentaba a las 4:41, Roger a las 4:40 y Jimmy a las 4:39, y el momento de la verdad llegó, Rafafá puso un pie dentro del salón de clases y el ganador fue...... Roger, que se embolsó un premio con el cual se fue a viajar por el mundo, incluso hace poco platiqué con él y me dijo que estaba en las Bahamas.

Yo como uno de los organizadores de dicho evento (Bueno, no lo organicé yo, pero me encargaba de guardar el dinero) hice entrega del premio a Roger, lo cual podemos constatar en la siguiente foto (disculpen si sus ojos se dañan, es que así estoy de feo):

Por alguna extraña razón salgo con los ojos cerrados en ambas fotos.

Las últimas noticias que tuve de Roger, además de su viaje a las Bahamas, fue que estaba pensando en invertir el dinero del premio en  algún banco para que le generara intereses y poder retirarse mucho antes

Esperemos que no se pierda esta recién generada costumbre, y que el buen Rafafá nos pueda traer más ganadores en un futuro cercano.